La marca Vox: bella pero disonante.
La identidad de la nueva formación política Vox es sorprendente. Parece hecha por alguien con suficiente habilidad tipográfica para hacer un logotipo bien construido. Sin embargo, lo que comunica genera algunas preguntas seguramente sin respuesta.
La propiedad básica de una marca es ser capaz de mostrar parte de los valores y atributos de personalidad del sujeto que comunica. Esto se hace normalmente usando los códigos que nuestra sociedad (occidental-europea) considera estándares de significados. En otras ocasiones, para propuestas de valor alternativas con productos vanguardistas, se pueden romper los códigos para justamente crear la contradicción y el interés del público o del consumidor por una oferta claramente disruptiva. Un amigo me enseñaba hace poco una botella de vino con un nombre y una etiqueta estrambótica para los cánones y tradiciones francesas que hasta hace poco hemos seguido. La pregunta sería: ¿es también el vino tan especial y estrambótico?
Hablemos de lo disonante:
El nombre “Vox” parecería una expresión progresista que se refiere a dar voz a la gente, pero a la derecha radical le costó aceptar la democracia, claro que dicen que han venido a decir lo que otros partidos no se atreven. Normalmente los partidos similares en otros países y anteriormente en España usan nombres muy históricos y “nacionales” y vocablos tipo “unión”, “patria” y “fuerza”, además de por supuesto la bandera o la vetusta heráldica del país. Hay algunas excepciones como el de la formación sueca SD que visualmente parece el partido hippie.
La iconografía asociada a la derecha radical ha sido siempre tipografías clásicas o sans gruesas muy poderosas y en mayúsculas que lo hace más grandilocuente. Sin embargo, por alguna razón, el logotipo de Vox parecería estar escrito en minúsculas, aunque en el caso de estas tres letras no hay diferencia. Éstos son códigos del mundo digital y para insistir más en ello, redondean los vértices haciendo un logotipo con un punto futurista y a la vez suave y cálido. La forma de las letras, bailonas e irregulares, remite a algún tipo de producto joven y activo, algo así como un gimnasio o un canal de entretenimiento de tv.
¿El color verde no se asocia con la ecología? Siempre he pensado que Podemos, en la búsqueda de un color diferencial, se equivocó eligiendo el morado (que con ninguna marca ha funcionado) porque seguramente querían crear el mensaje de “lo alternativo, lo diferente”. Podemosacoge en sus filas a Equo, que es la única gran formación política ecologista en España. Debieron de apoderarse de este color verde que además es mucho más cálido y humanístico que el violeta. Tiendo a pensar que Vox ha elegido este color porque es casi el único diferencial que quedaba en el espectro básico, porque en su programa no hay una sola propuesta sobre ecología.
En la creación de marca o branding no hay reglas. Si las hubiera, sería una profesión de ingenieros, y como no conozco la estrategia que puso en marcha esta nueva marca, prefiero no emitir opiniones de cátedra si no mejor hacer preguntas: ¿Son estos códigos los que buscaba Vox transmitir intencionadamente a la sociedad?, o ¿acaso esta formación busca romper los símbolos tradicionales para mostrar a su público que han llegado para claramente disrumpir?, ¿son conscientes de que en un ejercicio estético y diferencial se fueron muy lejos de lo que sus seguidores entenderían como su espacio de identidad?, ¿cómo se percibiría esta formación si usaran una tipografía gótica y como símbolo algo del estilo del yugo y las flechas?, ¿habrá llegado también la post-verdad al branding?.
Tal vez la estrategia deVox es correcta porque parece querer posicionarse como un partido de derecha radical que mira al futuro y no tanto al pasado. Pero los mensajes y las propuestas serán los que manden y si son contradictorios con la marca, alguien no ha hecho bien el trabajo.
Sería interesante ver si el propio ideario acaba contaminado por los atributos de personalidad y valores que sugiere su marca.
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